La Iglesia de San Miguel y San Julián, situada en la ciudad de Valladolid, es un templo de gran importancia histórica y arquitectónica. Con una historia que se remonta al siglo XI, esta iglesia ha sido testigo de numerosos cambios a lo largo de los años.

La fundación del monasterio se debe a Juan I en 1390, quien lo donó a la Orden Benedictina. Aunque el edificio se comenzó a levantar en 1499, se construyó entre los siglos XV a XVIII. Esta iglesia de tres naves, con crucería estrellada y coro a los pies, fue la cabeza de la Orden Benedictina. El renombrado arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón proyectó el pórtico entre 1569 y 1572, dándole un toque de distinción a la estructura. Además, el Patio de Contemplación, trazado por Juan Rivero Rada, contemporáneo de Juan de Herrera, se encuentra en este complejo y actualmente alberga el Museo Nacional de Arte Contemporáneo.

El interior de la iglesia es de estilo gótico, dividido en dos partes por una reja. Algunas de las obras más importantes que se encontraban en esta iglesia fueron trasladadas al Museo Nacional de Escultura. La primera capilla del lado del Evangelio pertenece al licenciado Francisco de Butrón y está cubierta por una bóveda de crucería estrellada. Para completar el recinto, se utilizó una reja plateresca.

En la actualidad, la iglesia se destina principalmente a audiciones y representaciones teatrales, pero conserva una valiosa colección de arte que se encuentra en el Museo Nacional de Escultura.

Por otro lado, la Iglesia de San Miguel y San Julián, que data del último cuarto del siglo XVI, es un ejemplo destacado de la arquitectura jesuítica. Tras la expulsión de los Jesuitas en 1767, el edificio se convirtió en la parroquia de San Miguel, San Julián y Santa Basilisa en 1775.

Construida en ladrillo y tapial, con detalles en piedra en la portada y otros elementos destacados, esta iglesia sigue el modelo característico de la Compañía de Jesús. Su planta de cruz latina cuenta con una nave de tres tramos y capillas entre los contrafuertes. También cuenta con un crucero y una capilla mayor. Este diseño arquitectónico se inspiró en la colegiata de Villagarcía de Campos.

La Iglesia de San Miguel y San Julián alberga una valiosa colección de retablos, esculturas y pinturas, muchas de las cuales son obras de renombrados artistas como Gregorio Fernández y Diego Valentín Díaz.

Desde 1775, esta iglesia es sede de la Parroquia de San Miguel y San Julián y Santa Basilisa, resultado de la fusión de las dos parroquias más antiguas de Valladolid. La Iglesia de San Miguel y San Julián, la iglesia original de San Julián y Santa Basilisa fue fundada en el siglo XIII y estaba ubicada en la Plaza de San Julián, en Valladolid. Tras la demolición de la antigua iglesia de San Miguel, ambas parroquias se fusionaron en 1775 y se estableció la Parroquia de San Miguel y San Julián y Santa Basilisa en el edificio actual.

La fachada principal de la Iglesia de San Miguel y San Julián presenta una portada renacentista con elementos decorativos de estilo plateresco. Destaca por su profusa ornamentación, incluyendo esculturas y relieves que representan escenas religiosas y figuras santas. La torre campanario, de forma cuadrada y rematada por un chapitel, se encuentra adosada a la fachada lateral de la iglesia.

El interior de la iglesia cuenta con una nave central de amplias proporciones, con bóvedas de crucería y capillas laterales entre los contrafuertes. Destacan los retablos barrocos, los cuales albergan numerosas esculturas y pinturas de reconocidos artistas de la época. Entre las obras más destacadas se encuentra el retablo mayor, realizado por Gregorio Fernández y su taller, que representa la vida y el martirio de los santos titulares, San Miguel y San Julián.

La Iglesia de San Miguel y San Julián ha sufrido diversas restauraciones a lo largo de los años para preservar su estructura y obras de arte. Actualmente, sigue siendo un lugar de culto activo y también se utiliza para la celebración de conciertos y eventos culturales.

En resumen, la Iglesia de San Miguel y San Julián en Valladolid es un conjunto arquitectónico de gran valor histórico y artístico. Su construcción abarca varios siglos, y combina elementos góticos y renacentistas. Además, alberga una importante colección de retablos, esculturas y pinturas de reconocidos artistas, que son testimonio de la riqueza artística de la ciudad en diferentes períodos.