Convento de Santa Isabel

El Convento de Santa Isabel, ubicado en el centro de Valladolid, es un tesoro histórico que ha perdurado a lo largo de los siglos. Su origen se remonta a 1472, cuando Juana de Hermosilla estableció un beaterio para religiosas franciscanas en este lugar. Con el tiempo, obtuvieron la licencia papal de Inocencio VIII en 1484 para vivir en comunidad, y en 1506 se inició la construcción de la iglesia y el claustro bajo la dirección del arquitecto Bartolomé de Solórzano.

La fachada principal de la iglesia del Convento de Santa Isabel presenta una imponente portada de piedra de arco de medio punto que conduce a un pequeño patio. Originalmente, se había planeado construir una entrada principal a través de un gran arco en la fachada, pero finalmente se optó por una entrada más sencilla fuera del centro de dicho arco.

El interior de la iglesia es de una sola nave, de forma rectangular y dividida en tres tramos: dos de la iglesia y uno del coro. Su bóveda de crucería gótica estrellada añade un toque de belleza y solemnidad al espacio. Destaca el retablo mayor, realizado en 1613 por el ensamblador Francisco Velázquez y diseñado por Melchor de Beya. En el segundo cuerpo del retablo se encuentra un grupo escultórico de Gregorio Fernández, representando a Santa Isabel de Hungría brindando limosna a un pobre.

Otro retablo relevante en el Convento de Santa Isabel es el situado al pie de la iglesia, que data del siglo XVI y consta de dos cuerpos y un remate. El coro, elevado sobre grandes arcos escarzanos y separado por celosías de yesería, cuenta con una sillería de nogal del siglo XVI decorada en estilo gótico.

El claustro del convento, de dos pisos y cuatro crujías, es una obra de gran envergadura. En el piso inferior, se pueden apreciar columnas toscanas de piedra con arcos adintelados, mientras que en el piso superior, las columnas son de estilo toscano con arcos escarzanos. Este espacio rectangular e irregular proporciona acceso a la sala capitular, el refectorio y otras dependencias.

Dentro de la clausura, también se encuentra la Capilla de San Francisco, que data del siglo XVI y está cubierta con una hermosa bóveda de crucería. La capilla cuenta con un altar y un zócalo revestidos de azulejos, que enmarcan una ventana con una reja que conecta con la iglesia. El friso de la capilla está decorado con pilastras y arcos que contienen imágenes de santos.

Además de su arquitectura impresionante, el Convento de Santa Isabel alberga el Museo de Santa Isabel, que exhibe piezas de notable valor artístico. En su interior, se pueden apreciar pinturas, esculturas y utensilios domésticos que pertenecieron al monasterio.

Es importante destacar que el convento ha sido objeto de restauraciones a lo largo de los años, siendo la renovación integral de la iglesia concluida en abril de 2006. Estas restauraciones han permitido preservar y mantener este tesoro histórico para las generaciones futuras.

El Convento de Santa Isabel en Valladolid es un lugar de gran relevancia histórica y artística. Desde su fundación en el siglo XV hasta las renovaciones recientes, ha sido un centro de espiritualidad y arte. Sus imponentes estructuras arquitectónicas, retablos y obras de arte cautivan a los visitantes, ofreciendo una ventana al pasado y un testimonio de la riqueza cultural de la región. Explorar el convento y su museo es adentrarse en la historia y disfrutar de la belleza que se encuentra en cada rincón de este lugar emblemático.