Valladolid, una ciudad que atesora siglos de historia, revive sus mercados ancestrales en un fin de semana lleno de tradiciones y folclore. La festividad de San Pedro Regalado se convierte en un crisol de actividades que transportan a sus habitantes y visitantes a tiempos pasados. El Mercado Castellano es el epicentro de esta celebración. Los alrededores de la plaza de San Pablo y Cadenas de San Gregorio se impregnan de la esencia de la tradición con los diferentes puestos que ofrecen oficios tradicionales, productos artísticos y gastronomía, todo en honor a San Pedro Regalado.

El Mercado Castellano busca rendir homenaje a todos los talleres artesanales que contribuyeron, de manera directa o indirecta, a la creación del valioso patrimonio histórico y artístico que perdura hasta hoy. Los múltiples puestos de representantes de oficios artísticos y artesanales ofrecen una amplia muestra de productos que combinan la tradición con la innovación: joyería, marroquinería, ilustración, alfarería, cosmética natural, marquetería, vidrio, cestería, textil, orfebrería, juguetes, instrumentos musicales, papel y encuadernación. Además, otros puestos brindan los sabores tradicionales con productos alimentarios alejados de los procesos industriales, como quesos, miel, embutidos, licores, dulces y más, destacando la presencia de artesanos de Castilla y León, una región con una fuerte tradición artesanal en el medio rural, junto con expositores de otras regiones de España y Portugal.