La Plaza de la Rinconada, situada en el corazón de Valladolid, Castilla y León, España, es un lugar emblemático que conecta varios puntos importantes de la ciudad. Su historia se remonta a la Edad Media, cuando recibía diferentes nombres como Rúa, Rúa Mayor, Rinconada de la Rúa, Rúa de la Rinconada o Rinconada del Mercado. Sin embargo, en el siglo XVI, adoptó su nombre actual. Durante la Edad Media, la plaza servía como lugar de posadas donde los comerciantes y mercaderes que llegaban a la ciudad encontraban alojamiento.

Un aspecto histórico interesante de esta plaza es «La Red,» que era un área designada para la venta de pescado hasta el siglo XIX, cuando se convirtió en un mercado público. La existencia de «La Red» se remonta al menos a 1500, y había regulaciones estrictas sobre dónde se podía vender pescado fresco para evitar malos olores y problemas. Esta actividad pesquera requería un suministro de agua, lo que llevó a la inclusión de la Rinconada en el nuevo sistema de suministro de agua de Argales, que se completó a finales del siglo XVI. La fuente de la Rinconada, diseñada por Francisco de Praves y finalizada en 1618, fue una de las incorporaciones a este sistema.

A lo largo de los años, la plaza experimentó cambios significativos, especialmente después del incendio de 1561, que condujo a una ampliación de la plaza y su forma irregular actual. A partir de 1563, la Rinconada albergó la alhóndiga de la ciudad. A principios del siglo XX, se construyó el Palacio de Correos y Telégrafos en la plaza, lo que le dio un nuevo carácter. En la década de 1990, la plaza experimentó una renovación completa y en 1996, se instaló la «Fuente de los Colosos,» diseñada por el arquitecto Fernando González Poncio y con esculturas de Pedro Monje. Esta fuente presenta dos esculturas de hombres sosteniendo un gran pilón circular, simbolizando el esfuerzo de construcción de Valladolid.

La Plaza de la Rinconada, con su rica historia que abarca desde la Edad Media hasta la actualidad, ha sido un punto de encuentro vital en Valladolid. Desde su función como lugar de posadas hasta su transformación en un mercado de pescado y su posterior desarrollo urbanístico, esta plaza es un testimonio del pasado y presente de la ciudad. La «Fuente de los Colosos» es solo uno de los elementos que la embellece y la mantiene como un lugar central en la vida de la comunidad vallisoletana.