La calle Miguel Iscar, con sus 260 metros de longitud, sirve como vínculo entre la Plaza de Zorrilla y la Plaza de España en Valladolid. Su historia y arquitectura la convierten en una de las vías más significativas de la ciudad.

Esta calle se erige principalmente sobre el ramal sur de la Esgueva, un río que ha sido parte importante de la historia de Valladolid. En 1862, se propuso un proyecto para canalizar el río y abrir la calle, en un intento inicial de abordar problemas de insalubridad. En ese momento, se optó por cubrir el cauce del río, permitiendo que fluyera bajo la calle. Sin embargo, con el tiempo, los problemas persistieron, lo que llevó a la realización de obras de alcantarillado y al desvío definitivo del cauce del río entre 1908 y 1910.

El nombre de la calle rinde homenaje a D. Miguel Iscar Juárez, quien ocupó el cargo de alcalde de Valladolid de 1877 a 1880. La historia de la calle también se relaciona con el antiguo Hospital de la Resurrección, que ocupó el espacio donde hoy se encuentra la Casa Mantilla hasta su demolición en 1890. Además, desde esta calle se puede acceder a la Casa Museo de Cervantes, lo que añade un elemento cultural importante a su contexto.

En cuanto a la arquitectura de la calle Miguel Iscar, varios edificios destacan por su diseño y valor histórico. Los números 3, 5 y 7, diseñados por el arquitecto M. Cuadrillero Sáez en 1930, exhiben un estilo clasicista tardío. Estas estructuras presentan fachadas de ladrillo con un revestimiento tradicional y un diseño que imita la sillería.

El número 15, construido en 1915 por Antonio Ortiz de Urbina para Pedro de Mazariegos, sigue un estilo modernista y ocupa una esquina con la Calle de Licenciado Vidriera. El número 17, obra del arquitecto Julián Palacios en 1890, llama la atención por su grupo de miradores en la esquina que forman una galería. La fachada de este edificio fue restaurada en 2023. Sin embargo, la belleza de la calle no se limita a estos edificios notables. Al pasear por Miguel Iscar, es recomendable mirar hacia arriba en ambos lados de la calle, ya que hay numerosos detalles arquitectónicos que merecen apreciación.

En resumen, la calle Miguel Iscar es una joya arquitectónica en Valladolid con una rica historia relacionada con la canalización del río Esgueva y un nombre que rinde homenaje a un destacado alcalde de la ciudad. Su arquitectura variada y sus edificios notables la convierten en un lugar emblemático que vale la pena explorar y admirar.