El Teatro Zorrilla, un lugar emblemático en Valladolid, ha sido restaurado y renovado tras 125 años de historia cultural y social en la ciudad. El arquitecto a cargo, Roberto Valle González, optó por restaurar la sala principal debido a su gran valor arquitectónico, mientras que el resto del edificio fue completamente modernizado para adaptarse a las necesidades actuales.

Antes de comenzar la restauración, se llevó a cabo una investigación exhaustiva que incluyó la recuperación de los planos originales de 1884. El teatro consta de dos edificios, uno con acceso desde la Plaza Mayor y otro desde la calle Constitución. En el primero, solo se mantuvo la fachada original, y se redujo la profundidad para crear un nuevo vestíbulo de acceso a la sala.

El edificio del teatro presentaba un grave deterioro, especialmente en su estructura y cubierta. La restauración conservó solo la fachada, el muro del escenario, la estructura de columnas y el techo de la sala, reconstruyendo todo lo demás. Se enfocó en crear un vestíbulo de tres alturas para conectar los dos edificios y se introdujo luz natural.

En la Plaza Mayor se añadieron espacios como una sala experimental, un salón-cafetería, una sala de conferencias, despachos y un archivo. Se utilizaron materiales cuidadosamente seleccionados, como madera, granito y mármol. La rehabilitación, liderada por la Diputación de Valladolid, ha rescatado y revitalizado este valioso patrimonio cultural en la ciudad.