La calle de Santiago, ubicada en el centro de Valladolid, es una importante vía peatonal que conecta la plaza Mayor con la plaza de Zorrilla, siendo el epicentro del comercio en la ciudad.

Su historia se remonta al antiguo convento de San Francisco, construido sobre terrenos donados por la reina Violante a la orden de San Francisco. El conde Pedro Ansúrez, al construir la segunda muralla de la ciudad, protegió la entrada con la Puerta del Campo, que dio nombre a esta parte de la calle, desde la puerta hasta la ermita de Santiago, donde cofreros y carpinteros se asentaron.

A lo largo del tiempo, la calle Santiago ha sido testigo de cambios significativos. En 1881, se inauguró la primera línea del Tranvía de Valladolid, que pasaba por la calle, y los adoquines se instalaron entre los raíles. Aunque el tranvía se electrificó en 1910, la vía continuó hasta su clausura en 1933.

Tras la desaparición del tranvía, la calle se modernizó con asfalto y aceras encintadas con bordillos de piedra. En el siglo XX, se convirtió en una importante calle comercial con la llegada de tiendas artesanales. También albergó confiterías, cafeterías, tiendas de tejidos y de moda, así como seguros como La Unión y el Fénix.

En la década de 1980, se peatonalizó la calle Santiago y se reformó el pavimento, lo que la consolidó como una de las principales calles comerciales de la ciudad. Algunos de los edificios emblemáticos en la calle Santiago incluyen el edificio de La Unión y el Fénix, construido en 1936 en estilo neobarroco, y el edificio de viviendas en Santiago, 6, que fue reformado en 1935 con influencias del modernismo vienés.

La Iglesia de Santiago Apóstol, construida en el siglo XVI, se levanta sobre una pequeña ermita y cuenta con una impresionante torre que domina la calle. El Convento de las Francesas, fundado en 1487, ha sido parcialmente conservado y rehabilitado como centro comercial y sala de exposiciones. En la esquina de la calle Santiago con la calle Doctrinos se encuentra un bloque de viviendas diseñado por el arquitecto Ramón Pérez Lozana, que presenta un estilo Decó caracterizado por la combinación de ladrillo y superficies revocadas, así como detalles verticales que acentúan la elegancia del edificio.

La calle Santiago es una parte integral de la historia y la vida comercial de Valladolid, marcada por su evolución a lo largo de los siglos y por su importancia como centro de actividades comerciales y culturales en la ciudad.